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martes, 2 de junio de 2015

Coprofagia en perros (II): consecuencias, prevención y tratamiento

LA COPROFAGIA EN PERROS ES UNA CONDUCTA PROBLEMA CON POSIBLES CONSECUENCIAS GRAVES, PERO EXISTEN UNA SERIE DE RECOMENDACIONES QUE AYUDAN A PREVENIR Y TRATAR ESTA SITUACIÓN, TANTO A NIVEL FISIOLÓGICO-NUTRICIONAL, COMO PSICO-ETOLÓGICO.

Coprofagia en perros (II): consecuencias, prevención y tratamiento
Las causas pueden ser fisiológicas-nutricionales
o psico-etológicas.
En "Coprofagia enperros (I): ¿por qué mi perro se come sus heces?” vimos las causas y tipos de coprofagia en perros. Ahora abordaremos cuáles son sus consecuencias, cómo prevenir su aparición y, una vez establecida, como solucionarla, sea de tipo psico-etológico o fisiológico-nutricional.
Empezaremos con las consecuencias más frecuentes, pero no por ello menos graves:

  • Ingesta de parásitos internos incluidos en las heces, que se multiplicarán en nuestra  mascota. Más preocupante en los casos en que las heces fuesen de otros perros o animales salvajes.
  • En el caso de las heces de gatos, que es bastante habitual, hay que tener mucho cuidado con la Toxoplasmosis, enfermedad infecciosa causada por un protozoo que se puede encontrar en las deposiciones de los gatos.
  • Las heces que llevan tiempo expuestas a la intemperie pueden contaminarse con larvas de moscas y otros insectos, por hongos, bacterias, etc.
  • Las heces son un medio de transmisión de varias enfermedades víricas graves, entre otras, la frecuente Parvovirosis o la Hepatitis vírica.
La prevención, como comentamos ya en la anterior parte, es complicada, sobre todo a nivel conductual. Una ventaja es que es básicamente lo mismo que el tratamiento. Así pues, las recomendaciones para prevenir y tratar son:

  • Fisiológico-nutricionales:
    • Ofrecer una dieta rica en todos los nutrientes esenciales y bien equilibrada. Normalmente, los alimentos categorizados como holísticos o balanceados suelen ser los que mejor cumplen con las necesidades de nuestro perro.
    • Existe una amplia gama de complementos nutricionales para perros que pueden servir de apoyo a la dieta.
    • Aunque los perros tengan una alimentación fundamentalmente basada en proteína, tienen necesidades de cierta cantidad de fibra para un correcto funcionamiento del tracto digestivo. Asegúrate de que su alimentación le aporta la cantidad necesaria y en las formas adecuadas.
    • Existen algunos tratamientos químicos, como los tiernizadores de carne, que buscan dar solución a posibles problemas a los que se asocia la coprofagia, como pueden ser alteraciones de la flora intestinal, de la absorción de nutrientes, etc. Son numerosos y su uso debe ser consecuente a una consulta veterinaria.
  • Psico-etológica:
    • Conseguir bienestar psicológico: lo primero de todo es cumplir con las necesidades fisiológicas y mentales de nuestro perro. Darle suficiente actividad física y estimulación mental. También deberemos fortalecer el vínculo, jugar con él, estar con él. Cosas tan sencillas como dormir la siesta juntos pueden ayudar a que nuestra mascota se sienta feliz y querida, algo imprescindible en los perros.
    • Aversión al sabor: impregnar las heces con sustancias picantes o ácidas. Cuando las huelan o prueben, el sabor los espantará y, con repeticiones constantes del proceso, conseguiremos que asocie el mal sabor a las heces, lo que extinguirá su ingesta. Se podría considerar un castigo o aversivo, pero proviene de la propia hez, por lo que no romperá nuestro vínculo y éticamente hablando podríamos hacer una excepción, sobre todo para aquellas personas que no controlan bien el adiestramiento.
    • Castigos: nosotros nunca aconsejaremos los castigos, por ética y por eficacia, ya que suelen causar más problemas de los que solucionan. El castigo deberá utilizarse como último recurso, si bien consideramos que si llegamos a este extremo es porque no se han usado bien otros métodos.
    • Ignorar: ignorar la conducta y no prestar atención al perro cuando ingiera las heces. Aunque sea mejor que castigar, su eficacia es relativa y menor que el reforzamiento positivo.
    • Reforzamiento positivo: cuando vaya a comerse las heces, deberemos pedirle hacer algo, como sentarse, tumbarse o distraerlo sin más con algo. En el momento en que haga una acción que no sea la ingesta, le premiaremos. De este modo, poco a poco, iremos extinguiendo la conducta de comer heces a favor de otras conductas.
    • Eliminar excesos conductuales: cuando recojamos las heces, le veamos comerlas o cualquier conducta asociada al problema, independientemente del método que estemos usando, debemos estar tranquilo, ser prácticos y no emocionales. El perro debe entrar en una dinámica de estímulos y respuestas, eliminando toda posibilidad de estar reforzando con nuestras emociones o atención las conductas que deseamos eliminar. Tranquilidad y frialdad, como una máquina (sólo en estos momento, el resto del día, tenemos que ser lo más cariñosos posibles).
Aunque nos de mucho asco, es un problema cuya solución pasa por nuestros actos. Un poco de esfuerzo por nuestra parte conseguirá eliminar la conducta y no tendremos que volver a ver tan desagradable escena. Esperemos que os sirva esta pequeña guía. Y, como siempre, vivid con vuestro perro con amor, respeto y compenetración.

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