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miércoles, 13 de mayo de 2015

Mi perro tira de la correa (I): ¿por qué?

"MI PERRO TIRA DE LA CORREA", PUES COMPRENDE POR QUÉ, UN PASO IMPRESCINDIBLE PARA EVITAR Y CORREGIR ESTA CONDUCTA PROBLEMÁTICA. DESCUBRE SUS CAUSAS: ENERGÍA EXCESIVA, APRENDIZAJE, EQUILIBRIO REFLEJO, VÍNCULO INSUFICIENTE, SOCIALIZACIÓN ESCASA Y HERRAMIENTAS INADECUADAS.

En el mundo de las mascotas, en Internet, hay un eco casi persistente: "¿Por qué mi perro tira de la correa?” y continúa "¿Cómo evito que tire de la correa?”... Que el perro tire de la correa es, junto a los ladridos, agujeros en el jardín y romper cosas, uno de los principales problemas de todo dueño. Vamos a darle respuesta a estos gritos de auxilio, empezando por el "¿por qué?”. Para corregir o evitar un problema es esencial conocerlo y comprender qué lo provoca y mantiene. A continuación describimos las principales causas, que pueden darse sólo algunas o una combinación de todas:
"...cuanto más tiremos nosotros,
más estimularemos al perro a tirar...
  • Exceso de energía física y mental: los perros son animales que han sido seleccionados para encargarse de actividades muy enérgicas. Nuestras actuales mascotas, herederas de este linaje, son organismos vivaces física y mentalmente. Es necesario un ejercicio físico y estimulación mental suficiente para dar salida a toda esa energía, de manera constante y día tras día. En cuanto perdamos el hábito, nuestro perro acumulará tensión, frustración y aburrimiento, siendo más sensible a todo cuanto le rodea. Los estímulos en el paseo se convertirán en un atractivo mental muy explosivo y el tirar para alcanzarlos una forma de desprenderse de toda esa potencia acumulada en el cuerpo. 
  • Aprendizaje: empieza en los primeros paseos con nuestro cachorro. Él tira porque quiere curiosear el mundo, nosotros le seguimos, "¡total es muy pequeño!”. Nosotros no sentimos tensión alguna, apenas tiene fuerza la criatura, pero en su caso si que siente como el collar o arnés se tensa en el cuello o cuerpecito. A medida que este proceso se repite, redundamos en el siguiente esquema: "Estímulo interesante → corro hacia él → siento tensión de la correa → tiro de la correa → el humano me sigue → alcanzo el estímulo → perro feliz (premio y refuerzo de toda la cadena)”. Básicamente convertimos la tensión de la correa en una señal que informa al perro de que alcanzará su premio si tira. A partir de aquí, cuanto más tiremos nosotros, más estimularemos al perro a tirar y si consigue avanzar y que le sigamos... habremos perdido la guerra: cada intento fallido por hacerle parar es una victoria para él, que aprenderá a insistir y tirar más y más fuerte, porque al final conseguirá su premio si persiste. Cuando tiene unos pocos meses no pasa nada. Lamentablemente, nos damos cuenta del problema cuando son grandes y el aprendizaje está más que asentado. ¡Ojo! No os dejéis señalar, ni sintáis vergüenza, todos hemos cometido este error al menos una vez en nuestra vida. ¡Son demasiado adorables correteando con sus patitas!
  • Equilibrio reflejo: la mayoría de animales con musculatura desarrollada presentamos un serie de actos reflejos que buscan equilibrarnos y mantener una postura. Si nos empujan, contraemos una musculatura determinada del cuerpo para no perder el equilibrio. Si tiran de nosotros, nuestro cuerpo hará lo contrario al caso anterior. Los perros también presentan estos reflejos. Así pues, cuando tiramos de la correa en un intento por frenarle, ellos tirarán para no "caerse de espaldas”. Este factor por sí solo no es un problema, pero influye mucho en la causa anterior (Aprendizaje). 
  • Falta de vínculo: si el perro no tiene vínculo con quien está al otro lado de la correa, es muy poco probable que quiera estar cerca de él. Tampoco tendrá motivación por acercarse cuando se aleja y todo le llamará más la atención. Por ello, es esencial olvidarnos de las filosofías extremistas y vincularnos con nuestro perro: quererlo mucho, relacionarnos con él sin miedos o complejos, jugar con él, darle muchos cariños y tenerlo a nuestro lado como el gran amigo que es. Si hay vínculo e interacción abundante, será más fácil convencerle de estar al lado nuestro en el paseo, pues disfrutará de nuestra compañía. Esto ni es humanizar, ni es tratarlo como a un niño, es simplemente querer al animal.
  • Falta de socialización: un perro no acostumbrado desde cachorro a los imprevistos y ruidos que podemos encontrar en el paseo, será un animal inseguro y temeroso. Algunos tiran como vía de escape, otros como forma de aliviar la enorme ansiedad que sienten. Este problema es muy frecuente cuando cambiamos de entornos en el paseo, especialmente si pasamos de zonas rurales a la ciudad.
  • Accesorios de paseo no adecuados: una correa corta puede estar generando tensiones innecesarias y fomentar el aprendizaje; un collar de estrangulamiento generará una conducta de huida del daño que le provoca, que derivará en más tirones, incluso si son sólo collares de ahorque que "molestan”; los arneses de agarre dorsal (espalda) son ideales provocando esa sensación de tensión con la que aprenden a tirar; etc.
Habrás comprobado que la verdadera causa de que tu perro tire de la correa ha sido el desconocimiento de todos estos hechos. Has dado el primer paso, que no es más que comprender la situación y qué la provocó. Estás preparado para el siguiente paso: "Mi perro tira de la correa (II): técnicas antitirones en positivo”.

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